miércoles, 18 de julio de 2007

Una carta nos explica aquella jugada de Ellis


busico3.jpgJorge Búsico, periodista , director y fundador de la escuela de periodismo deportivo Deportea, columnista del programa Rugby 2007 (ESPN) , blogger en Lanacion.com y coautor del libro Ser Puma. escribe un excelente blog que vale la pena conocer: Periodismo-Rugby

De ese blog sacamos la siguiente entrada que valida la historia de William Webb Ellis, así como la traducción de la carta que proporcionó Marcelo, uno de los lectores del blog.¡Gracias!

La carta nos brinda un panorama pintoresco de la práctica de los deportes en la escuela Rugby y explica claramente la jugada de Ellis que diera origen al Rugby.


¿Cómo comenzó la leyenda de William Webb Ellis? Lean esta carta del 22 de diciembre de 1880 de Matthew Holbeche Bloxham al diario The Meteor. Una joyita del archivo.


El 22 de diciembre una carta enviada por Matthew Holbeche Bloxham (O.R.) fue publicada en “The Meteor”. Aquí está el texto completo:

“Un artículo prominente en el periódico Times, el principal diario de Europa, algunas semanas atrás, sobre las reglas del football de la Rugby School, me ha incitado a escribir algunas palabras sobre el juego del football, de acuerdo a como se jugaba en Rugby (n.d.t. en la escuela) en mi tiempo, 1813-1820.

La vez última que jugué en Bigsidefue hace ya 60 años atrás, y mis recuerdos del juego se extienden hasta los 67 años.

Cuando me inscribieron en la escuela, después de las vacaciones de verano de 1813, una porción considerable del recinto sur de la pared del jardín del director fue dividido y blanqueado, y así ese espacio fue ocupado con materiales de construcción, para la casa de la escuela (school house) y los edificios de la escuela, según se diseñaron originalmente, fueron terminados. Una parte de los graneros, fue embaldosada en parte, y cubierta con paja , colindando con el camino de Dunchurch, y fue temporalmente acondicionada como aulas, aunque ya se venian utilizando como tal, estando estas cerca del ya famoso "árbol de Treen.”

En 1813, el espacio disponible para el campo de de juegos no era más grande que cuatro acres como mucho. Allí había una isla – todo ese conjunto estaba arruinado alterado por desgracia desde antes, y no para mejor. La isla estaba en un campo separado del cerco, y la parte sur del actual cerco fue dividida en campos pequeños y se formó una granja de día-. Se jugaba al criket y al football en Bigside en el lado noroeste del vallado, colindando con el camino de Dunchurch. Uno de los arcos fue erigido en el sitio donde ahora está la capilla, que en ese entonces no existía.
Cuando se hubo preparado todo para la construcción de la capilla se delimitó el terreno donde iba a estar la misma, esto pasó cerca de los años 1817-18, entonces el criket y el football en Bigside fueron removidos de esa parte del terreno y llevados a la parte sur de la pared sur del jardín del director que mencione antes. El modo en Bigside de jugar al football era entonces el siguiente: los mas jóvenes eran parados al salir después del llamado de las 3 (debo agregar que los de la quinta clase, que estaban entonces al lado de la sexta clase, estaban exentos de asistir) y obligados a entrar al campo de juego cercado, excepto aquellos que (como dije) estaban exentos, por tener que asistir a clases de francés, de dibujo, para los cuales los tiempos, siendo suplentes, fueron tomados de los medios días de fiesta, y por lo tanto poco pudieron aprender (sobre el football). Entonces, cuando todo estaba preparado en el campo, dos de los mejores jugadores de la escuela comenzaban a elegir uno para cada lado. Uno de estos jugadores en mi tiempo era atleta de la cuarta clase, entonces la clase más baja de la escuela superior. Después de elegir a los de cada lado, una división algo patadura fue hecha con los chicos restantes, la mitad de los cuales fue enviada al arco para evitar goles, y la otra mitad fue enviada al arco restante para el mismo propósito. Cualquier alumno que no fuera elegido especialmente, podía seguir el partido desde esa posición (al lado del arco) para el equipo que fue elegido. Algunos de éstos eran bastante hábiles como para poder mezclarse en la batalla, otros, juiciosamente, eran mantenidos del medio para atrás, esperando su oportunidad para hacer un kick, lo cual no se les concedía con mucha frecuencia. Pocas y simples eran las reglas del football: pisar la línea marcada era estar afuera, y a nadie le era permitido correr con la pelota agarrada hacia la meta opuesta. Eso era football y no como en el handball, lleno de patadas y con poco de lucha. En cuanto a la vestimenta, no había ni franelas o gorras; los jugadores dejaban simplemente sus sombreros y capas, o las chaquetas, que eran apiladas juntas de cualquier lado cerca de las metas hasta que el juego terminara. Todos los equipos eran iguales y una pensión nunca fue arrasada por otra, y no había casa del martillo. No había partidos entre los rugbystas (n.t.d practicante de rugby) y no había ferrocarriles, y en ese entonces un viaje de Rugby a Londres demandaba sus buenas doce horas. Con Oxford no había comunicación directa. Una vez al año, en los discursos de Pascua, la escuela era visitada por los viejos rugbystas de Oxford, pero estos nunca eran demasiados, apenas unos cuantos, como mucho. Cuando los partidos ya habían terminado, aunque pudieran haber sido muy luchados, todos los recuerdos del juego eran consignados al olvido, pues nuestras tareas para la noche eran lo suficientemente difíciles como para permitirnos discutir sobre los partidos, y no había ningún “Meteor” (n.d.t. el diario donde se mando esta carta), para que registrara como habían sido los partidos.

A fines de 1823, hace unos 57 años, fue originado, tal vez sin premeditación, ese cambio en una de las reglas, la cual (más que ninguna otra) distinguió el juego de la Rugby School de las reglas de la asociación. (n.t.d The FA - The Footbal Association).

Un muchacho de nombre de Ellis, Williams Webb Ellis, un chico de la ciudad, que a la edad de nueve años entró en la escuela después de los días de fiesta del pleno verano en 1816, que en el segundo año de la mitad de 1823, era, yo creo, un preceptor, mientras que jugaba en Bigside al football en esa mitad de año, tomó la pelota entre sus brazos. Así ubicado, y según las reglas de entonces, ordenó a sus backs que se retrasaran hasta donde él quiso, sin separarse de la pelota, porque los rivales en el lado opuesto podían avanzar en el campo solamente hasta al punto donde él había recogido la pelota, y no podían acometer hacia adelante hasta que él jugara o le pasara la pelota a otro jugador para que la patease, porque era por medio de estos kicks, puesto que la mayor parte de los goles eran en esos días con el pie; pero al momento que la bola tocara el suelo, el lado opuesto podía acometer encendido. Ellis, desatendió por primera vez esta regla, y al recoger la pelota, en vez de retirarse hacia atrás, de repente acomete con la pelota en sus manos hacia la meta opuesta, al final no sé como fue el resultado del juego, ni unos ni otros, ya saben, cómo se pasó de la infracción a una regla bien conocida, luego la misma infracción fue seguida, o cuándo se convirtió como ahora está, en una regla derecha.

El Sr. Ellis escaló alto en la escuela, y en cuanto a la beca de capacidades estaba dentro del promedio. Él salió de la escuela en el verano de 1825, siendo el segundo becado en Rugby de ese año, y entró en la universidad de Brasenose, Oxford. Posteriormente se ordenó sacerdote, y en un período último se convirtió en el titular de la iglesia de St. Clements Danes, Strand, Londres. Murió en el continente hace algunos años.

En la escuela, aunque siempre en una buena clase, el Sr. Ellis no era lo que debemos llamar “un fenómeno,” por lo menos ninguno de sus compañeros lo consideraban como tal; él no tenía, sin embargo, inseguridades, y era ambicioso en su pensamiento de ser algo más. De hecho él hizo un acto que si un chico se hubiera atrevido a hacerlo, habría recibido probablemente más patadas que elogios. Esto demuestra como a menudo las pequeñas acciones conducen a los grandes resultados.

Matthew Holbeche Bloxham, O.R.”

1 comentario:

Anónimo dijo...

ANSELMI ADRIAN SANTIAGO
CONOCIDO COME HOMBRES DE BAHIA
ALERTA RUGBIERS
SI EL JABÓN SE LE RESBALA
SU COLITA SIEMPRE ESTA PREPARADA